Bienvenidos a Centro Rosa Luxemburgo
EL PRINCIPITO CON ILUSTRACIONES DE CINWOLOLO
Un libro de Antoine de Saint-Exupéry con ilustraciones de CinWololo
"Este libro es una hermosa trampa para recordar que solo se puede ver bien con el corazón. Como dice su autor, es para todas las personas grandes, que no recuerdan la magia con que veían la vida en su niñez, porque a los grandes hay que explicarles todo, todo el tiempo, dice el Principito. Y tiene razón, es agotador.
Volver a mirar con ojos inocentes, simples, y saber alegrarse por un amigo que está por llegar, una hora antes que llegue.
Cuidar el jardín, el del alma, la flor que sabemos que es única entre todas las demás y que, por eso, es tan importante.
Volver a buscar formas en las nubes, ser curiosos, dudar, amar.
¿Quién no aprendió a ver lo esencial con los ojos cerrados? ¿Quién no volvió a mirar lo simple de otras maneras?
Por ahí es momento de recordarlo y de, si estamos tristes, ver la puesta del sol o ponernos a hablar con esas pequeñas almas que siempre tienen la respuesta para todo, que siempre verán el elefante y no el sombrero, y que siempre harán de la imaginación un tesoro".
EL PRINCIPITO CON ILUSTRACIONES DE CINWOLOLO
Un libro de Antoine de Saint-Exupéry con ilustraciones de CinWololo
"Este libro es una hermosa trampa para recordar que solo se puede ver bien con el corazón. Como dice su autor, es para todas las personas grandes, que no recuerdan la magia con que veían la vida en su niñez, porque a los grandes hay que explicarles todo, todo el tiempo, dice el Principito. Y tiene razón, es agotador.
Volver a mirar con ojos inocentes, simples, y saber alegrarse por un amigo que está por llegar, una hora antes que llegue.
Cuidar el jardín, el del alma, la flor que sabemos que es única entre todas las demás y que, por eso, es tan importante.
Volver a buscar formas en las nubes, ser curiosos, dudar, amar.
¿Quién no aprendió a ver lo esencial con los ojos cerrados? ¿Quién no volvió a mirar lo simple de otras maneras?
Por ahí es momento de recordarlo y de, si estamos tristes, ver la puesta del sol o ponernos a hablar con esas pequeñas almas que siempre tienen la respuesta para todo, que siempre verán el elefante y no el sombrero, y que siempre harán de la imaginación un tesoro".