Bienvenidos a Centro Rosa Luxemburgo
PRIMAVERA CON MONIQUE WITTIG. EL DEVENIR LESBIANO CON EL DILDO EN LA MANO DE SPINOZA TRANSFEMINISTA
Leonor Silvestri
Para no terminar subyugadas por las identidades opresoras; para que un espacio separado de varones heterosexuales no sea concebido a priori como transodiante; para que de una buena vez terminemos de entender que ni la identidad sexo/generica ni la deseante ni mucho menos las formas de vida están dadas por lo genitales; para que, justamente, comprendamos que ser un varón heterosexual no es tan solo una manera de verse o vestirse u otra manera de vivir la masculinidad entre opciones iguales; para que el único criterio de análisis post-identitario no continúe siendo la hegemonía capacitista de la visión y la visibilidad siempre conductora de la asimilación [visibilizacionismo]; para poder diferenciar la misoginia internalizada de la legisladora que afirmó "las mujeres van a tener que continuar abortando en la clandestinidad porque no les vamos a aprobar el aborto legal" de los intentos por crear una experiencia vital irreconciliable con la heterosexualidad, incluidas las mujeres heterosexuales, que muchas veces los distintos lesbianismos han necesitado llevar adelante; para que ningún varón heterosexual, profesional, blanco, occidental, universitario, viva imagen encarnada del ideal regulatorio de lo que un ser humano es, crea que forma parte de ninguna disidencia sexo-afectiva o que se le puede hablar si no pide previamente permiso y disculpas por beneficiarse del peor régimen de opresión que jamás haya existido, y que lo ha destruido todo; armas contra la reterritorialización esencializante del neo binomio cis vs. trans porque las lesbianas de Wittig no son mujeres.
PRIMAVERA CON MONIQUE WITTIG. EL DEVENIR LESBIANO CON EL DILDO EN LA MANO DE SPINOZA TRANSFEMINISTA
Leonor Silvestri
Para no terminar subyugadas por las identidades opresoras; para que un espacio separado de varones heterosexuales no sea concebido a priori como transodiante; para que de una buena vez terminemos de entender que ni la identidad sexo/generica ni la deseante ni mucho menos las formas de vida están dadas por lo genitales; para que, justamente, comprendamos que ser un varón heterosexual no es tan solo una manera de verse o vestirse u otra manera de vivir la masculinidad entre opciones iguales; para que el único criterio de análisis post-identitario no continúe siendo la hegemonía capacitista de la visión y la visibilidad siempre conductora de la asimilación [visibilizacionismo]; para poder diferenciar la misoginia internalizada de la legisladora que afirmó "las mujeres van a tener que continuar abortando en la clandestinidad porque no les vamos a aprobar el aborto legal" de los intentos por crear una experiencia vital irreconciliable con la heterosexualidad, incluidas las mujeres heterosexuales, que muchas veces los distintos lesbianismos han necesitado llevar adelante; para que ningún varón heterosexual, profesional, blanco, occidental, universitario, viva imagen encarnada del ideal regulatorio de lo que un ser humano es, crea que forma parte de ninguna disidencia sexo-afectiva o que se le puede hablar si no pide previamente permiso y disculpas por beneficiarse del peor régimen de opresión que jamás haya existido, y que lo ha destruido todo; armas contra la reterritorialización esencializante del neo binomio cis vs. trans porque las lesbianas de Wittig no son mujeres.