Bienvenidos a Centro Rosa Luxemburgo
LA SOJA
Entre el monocultivo y las necesidades de divisas
Ediciones del CCC
Martín Burgos (coordinador)
Este libro se propone contribuir a la comprensión de los cambios estructurales acontecidos en el sector agropecuario, en particular en el subsector agrícola pampeano, cambios que se hicieron evidentes durante el llamado “conflicto del campo” pero cuyas implicancias van mucho más allá de la relación entre el gobierno nacional y las entidades rurales. El estudio permitió poner en evidencia algunos aspectos que, a largo plazo, podrían constituirse en fuente de tensiones como la logística de transporte, el trabajo en negro, el control de la comercialización, el financiamiento agrícola o el monocultivo.
La resolución de estos problemas implicaría una mayor intervención del Estado para incidir sobre los cultivos sembrados en función de las necesidades del consumo interno y del desarrollo rural. Este último implica diversificación de los cultivos, mayor valor agregado, generación de arraigo rural y todas las ventajas económicas y sociales de las interconexiones en redes entre consumidor de alimentos y productor agrícola. Lograr un equilibrio entre la necesaria obtención de divisas, el consumo interno y el desarrollo rural se transforma sin dudas en un gran desafío para cualquier proyecto político que pretenda representar los intereses populares en un contexto mundial cada vez más incierto.
LA SOJA
Entre el monocultivo y las necesidades de divisas
Ediciones del CCC
Martín Burgos (coordinador)
Este libro se propone contribuir a la comprensión de los cambios estructurales acontecidos en el sector agropecuario, en particular en el subsector agrícola pampeano, cambios que se hicieron evidentes durante el llamado “conflicto del campo” pero cuyas implicancias van mucho más allá de la relación entre el gobierno nacional y las entidades rurales. El estudio permitió poner en evidencia algunos aspectos que, a largo plazo, podrían constituirse en fuente de tensiones como la logística de transporte, el trabajo en negro, el control de la comercialización, el financiamiento agrícola o el monocultivo.
La resolución de estos problemas implicaría una mayor intervención del Estado para incidir sobre los cultivos sembrados en función de las necesidades del consumo interno y del desarrollo rural. Este último implica diversificación de los cultivos, mayor valor agregado, generación de arraigo rural y todas las ventajas económicas y sociales de las interconexiones en redes entre consumidor de alimentos y productor agrícola. Lograr un equilibrio entre la necesaria obtención de divisas, el consumo interno y el desarrollo rural se transforma sin dudas en un gran desafío para cualquier proyecto político que pretenda representar los intereses populares en un contexto mundial cada vez más incierto.